7 Claves que esconde el libro “Brida”, la aprendiz de bruja - Paulo Cohelo

Brida es una novela que te atrapa desde el primer párrafo. Narra la historia de una aprendiz de bruja que durante el proceso conoce el amor, la sabiduría y sus límites.

Aquí recopilo 7 claves que esconde, entre líneas, Brida, la aprendiz de bruja

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1- La Biblia como fuente de poder y sabiduría

En una parte de la historia, a Brida se le revela que la Biblia es la fuente de toda sabiduría y conocimiento. Allí residen las más grandes enseñanzas y experiencias de vida narradas a través de parábolas, contiene los mandamientos para vivir en comunión con Dios, revela el pasado, presente y futuro de la humanidad.

2- Agradecer y pedir permiso a los espíritus de la naturaleza

En una oportunidad, Brida visita como especie de un bosque, junto a su maestra, Wicca. Iban a realizar un ritual. Antes de penetrar el lugar, Wicca le advierte a Brida que la naturaleza es en si misma un campo santo, por lo tanto tiene sus espíritus y guardianes, a los cuales se les debe pedir permiso antes de entrar en contacto con ellos y agradecerles por estar allí, por sus bondades y magnífica capacidad de elementales. El rocío, la neblina, el viento, las gotas debajo de las hojas y dentro de las rosas, son manifestaciones de esos espíritus.

3- Ponerse toda la ropa que tengas

Una de las actividades que tuvo que hacer la aprendiz de bruja, fue colocar toda su ropa sobre la cama y observar, con ojos de bruja, lo que allí ocurría. Nuestra ropa está impregnada de nuestra energía, tanto positiva como negativa, tenemos ropa con la que hemos triunfado, hemos conseguido el empleo que tanto queríamos, con la que fuimos a esa cita donde nos fue de maravilla y tenemos esa ropa con la que hemos recibido noticias tristes, hemos llorado, hemos asistido a algún funeral. La energía hay que moverla, por ello hay que usar todo lo que tengamos y aquella que no nos gusta porque no se nos ve bien, no estamos cómodos, nos pica, se debe regalar para que siga su destino y llegue a las manos que la necesitan.

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4- Fe

La fe es un tema que se teje desde el inicio del libro hasta el final, y es que la clave para ser un buen “brujo” es manejar con propiedad el tema de la fe, tener la certeza y agradecer aquello que deseamos que se manifieste, y la fe no es más que el puente entre lo visible y lo invisible, consiste en creer en lo que no se ve.

5- El sexo a través de los cinco sentidos

Quizás la experiencia más difícil que tuvo que vivir Brida hacia su camino de bruja, fue aprender a disfrutar el sexo a través de los cinco sentidos. Para llegar a ser bruja necesitaba vivir la sensación sexual involucrando no solo el tacto, que es el sentido por excelencia que se suele estimular para alcanzar el orgasmo. Y pasa que el sexo va mucho más allá de un orgasmo o una eyaculación, el sexo es el encuentro entre dos cuerpos y también dos almas, es el intercambio de energías y fluidos y para poder apreciarlo en su máxima expresión es necesario poner en funcionamiento la sensualidad, es decir, los sentidos, la vista, el gusto, el oído, el tacto y el olfato, las facultades que se nos fueron dadas para disfrutar y padecer la vida.

6-Divertirse en todas las fiestas que vayas

Si no estás de ánimos, mejor no vayas, Brida asistió a lo que se suponía, era un ritual donde asistirían muchos brujos e iluminados. Cuando llegó al lugar donde se llevaría a cabo la ceremonia, era una fiesta. Todos brindaban, danzaban, compartían y reían a carcajadas. Brida estaba un poco consternada por lo que veía. Wicca le explicó que las fiestas son ceremonias donde se drenan energías, y todos deben estar vibrando en la misma frecuencia para que la energía pueda elevar las almas, es lo que sucede cuando vas a una fiesta y te diviertes, es como si hubieses ido a una terapia de relajación. Por el contrario si vas a una fiesta y por cualquier motivo no te logras conectar con la energía y no te diviertes, entonces cargas con las larvas astrales que dejan las personas que si se elevan al nivel de la vibración y se divierten.

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7-La importancia del ritual con velas

El fuego siempre fue un elemento presente en las brujas. Muchas fueron echadas a la hoguera por sus prácticas y creencias. Pasa que el fuego consume y el ritual de tener una vela en casa y encenderla de vez en cuando, representa una práctica de meditación, sanación, conexión y reflexión con la divinidad, por eso siempre están presentes en cultos, misas, rituales, y tradiciones milenarias.