Fue casi imposible estar al día durante unos meses y preferí ceder en mis publicaciones. Hoy, en cambio, escribo con muchas más reflexiones en la cabeza, el ambiente montañoso de el pueblo de Colón-Mérida y algo más de dedicación a la corrección del texto (salvo esta vez, curiosamente).
Creo que yo también he sido Helena a veces, pero hoy cada vez trato de apreciarme un poco más. Me ayuda que me lean, alimenta mucho mi ego... Pero ciertamente las satisfacciones emocionales que me hacen apreciarme más me llegan por ser hoy más independiente, sin desplazar a mis seres queridos.
Qué bonito eso huesos, me alegra que estés creciendo, que estés un poco mejor, ¿quien no en Mérida?
Creo que ser Helena, algunas veces, es algo nato en el ser humano, lo que no es normal es serlo siempre.
Gracias por tomarte el tiempo y responder.