Que bonito post nos recuerda esos seres muy especiales de Dios que aunque muchos no lo crean llenan de mucha alegría los hogares donde Dios decide enviarlos. Mucho esfuerzo y dedicación requierem, es verdad, pero retribuido con esas sonrisas de ángeles que nos llenan de ternura. Excelente !!!
no hay nada mas hermoso Hector que ver en sus ojos ese brillo e inocencia que los caracteriza todos los días tienen una ocurrencia diferente.