El Pueblo (Parte VIII)

¡Vaya!¡Se nos hizo de madrugada al Sr. Leo y a mí! Esa noche conversamos agradablemente, y aproveché que estábamos solos para continuar preguntándole: “Sr. Leo, ¿Llegó a saber quiénes eran esas personas que lo perseguían en la ciudad?” colocando la taza vacía en la mesita me dijo: “Pues, tiempo después llegué a averiguarlo, era una compañía privada, conocida como THE CLEANERS (LOS LIMPIADORES), eran contratados por personas muy poderosas, para hacer trabajos de dudosa fama, y “limpiar” todo lo que no les convenía, logré rastrear a su contratista, y resulta que era la compañía GRAFENUM, de manera que supe que no debía contactar a esa empresa ni volver a trabajar allí”

Luego el Sr. Leo se acercó y susurrando me dijo: “No dejo de preguntarme que interés tenían en Fermín y porque deseaban con tanta vehemencia su celular… creo que en ese celular hay información que vale millones de dólares, pero no puedo encender el celular, ya que al hacerlo seguro sabrán nuestra posición, aunque ha pasado tantos años, no puedo arriesgarme a que me localicen y así poner en riesgo a mi familia” es muy razonable lo que decía el Sr. Leo, debía haber una forma de averiguar lo que había dentro de ese celular sin que lo rastrearan, pero en esta cabaña no contábamos con los recursos para lograr semejante tarea.

¡Al fin llegó el día para quitarme el yeso! La señora Minerva les indicó al Sr. Leo y a Joaquín como hacerlo y ellos lo removieron, la Sra. Minerva me dijo que estaba recuperándome bien y me dijo que caminara un poco alrededor de la casa porque -según dijo- “ayuda al flujo sanguíneo y promueve la curación”, así lo hice, y poco a poco comencé a caminar cerca de la casa, al pasar los días ya podía caminar casi normalmente, creo que ya era hora de regresar a mi casa, así que agradecí a la familia su hospitalidad y me dispuse a regresar al pueblo.

"Si vas a volver por tu camino, hay algo que debes saber" -advirtió él Sr Leo- "por él bosque habitan criaturas de las que tienes que cuidarte"… ok ahora si despertó mi curiosidad, sentándome nuevamente en el sillón le pido que me explique a que se refiere con su enigmático enunciado, la Sra. Minerva responde: "pues la clínica de GRAFENUM que está en el medio del bosque, aunque oficialmente era un laboratorio para la investigación de los animales, en realidad se utilizaba para realizar experimentos ilegales, y así observar como él GRAFENO afectaba a los seres vivos".

La idea de Jael era crear prótesis sintéticas como: brazos, piernas incluso hasta órganos mejorados y utilizarlos en los soldados para que estos fueran capaces de resistir por más tiempo en las batallas, así que con eso en mira, implantaron en diversos animales, prótesis hechas con GRAFENO, y para probar su resistencia en batalla modificaron estos animales genéticamente para que fueran agresivos, así los colocaban en jaulas para que lucharan entre ellos y probar la resistencia de las prótesis, sin embargo, hubo animales que se volvieron demasiado fuertes y agresivos de manera que las jaulas no pudieron contenerlos… salieron de las jaulas y ante las aterrorizadas miradas de los guardias -los cuales trataban de contenerlos disparándoles- escaparon de la clínica y se adentraron en el bosque, sin embargo la mayoría sale de noche a cazar, en las mañanas no se les ve"… como ya estaba cayendo la tarde decidí iniciar mi viaje mañana en la mañana, y de esa forma comprender mejor este asunto.

"¿y en algún momento se ha cruzado con alguno de estos animales?” Les pregunto mientras me como las uñas del nerviosismo" hace tiempo cuando llegamos, salí a cazar varias noches" -me dice él Sr. Leo - " hubo una ocasión en la cual estaba tras un conejo que le disparé, pero solo lo herí levemente así que perseguí él rastro de sangre que dejó, el cual me llevo hasta una cueva, alumbre dentro de la cueva y nunca olvidaré lo que vi esa noche...él conejo estaba siendo devorado por un Oso, no era un Oso ordinario, sus 4 patas brillaban al contacto con la luz, parecían de metal y sus ojos eran rojos como él fuego, se enfureció cuando vio la luz, enseguida dejé caer la linterna y eche a correr, él oso se abalanzó sobre la linterna y la hizo pedazos, yo tropecé y caí por un precipicio hasta el río... la corriente me llevo lejos, luché contra la corriente y saque fuerzas de donde no tenía para nadar hasta la orilla... Esa noche llegue a la casa empapado y sin comida...pero vivo.