La columna de humo negro se levantaba a lo lejos. Desde la ciudad no se veía amenazante, pero llenaba de luto cientos de hogares. Hacía minutos, un avión con 276 personas a bordo se precipitó a tierra apenas despegaba. Nada concreto se sabía sobre el accidente.
Peter salió de su casa en la madrugada. Su turno comenzaba a las 5:00 la tarde, pero lo cambió con uno de sus compañeros porque prometió una visita a sus padres, en el campo, a 150 kilómetros de allí, durante el fin de semana. Ellos estaban preocupados por la ruptura amorosa que atravesaba y temían que hiciera una locura.
Susan despertó muy temprano. Era el primer día de su nueva vida. Un nuevo amor, un nuevo trabajo, un nuevo país. El apartamento en el que vivió desde los 22 años ya estaba vacío, no tenía rastros de ella.
*****
En las noticias no dan mayores datos sobre el accidente del vuelo 720. De acuerdo a datos preliminares uno de los motores explotó, provocando que el aparato se estrellara y se incendiara con el impacto. No parece haber sobrevivientes.
Peter llegó a su oficina cuando aún no salía el sol y tomó el relevo. Una firma, un apretón de manos y un control remoto. Se sentó ante una pequeña consola que casi no usa y una pantalla de 50 pulgadas. Respiró profundo, con una naciente sonrisa pintada en su rostro.
Susan se despidió de su hogar y salió con dificultad arrastrando dos maletas grandes, un morral y su bolso. Detuvo un taxi en la calle y al subir dio la orden que la llenaba de esperanza: ¡Al aeropuerto, por favor! En el trayecto intercambió miradas entre el teléfono y la ciudad. Una despedida forzada.
*****
El primer reporte oficial de la línea aérea explica que, al parecer, un ave chocó con el motor derecho de la nave, provocando una falla catastrófica; el avión se desplomó y al hacer impacto explotó. No hay sobrevivientes.
Peter opera el control remoto con destreza, mientras observa imágenes en una gran pantalla frente a él. En un extremo de la consola tiene un papel doblado. Lo toma y lo revisa, no por primera vez. Se asegura de memorizar bien los datos que escribió.
Susan pasó los trámites ante la aerolínea y de inmigración sin inconvenientes. Esperó mientras leía por tercera vez en su vida uno de los libros de Harry Potter. Hasta que finalmente escuchó el llamado.
*****
Las investigaciones arrojan una realidad perturbadora. No fue un accidente, sino un atentado; no fue un ave, fue un drone en su función de alejar aves peligrosas. Todas las evidencias indican que fue intencional. Buscan al operador.
Peter se retiró de la oficina inmediatamente después de esa última operación, a pesar que el protocolo se lo prohíbe. Dejó el control remoto sobre la consola y dijo que debía ir al baño. No volvió. Su cadáver fue hallado colgado en uno de los cubículos de descanso.
Susan abordó finalmente, en el asiento de ventanilla que eligió. Se abrochó el cinturón y cuando escuchó la orden de apagar dispositivos móviles escribió el último mensaje a Joseph: “Ya a punto de despegar. Nos vemos pronto. Te quiero”. En pleno despegue suspiró, cerró los ojos y oyó la fuerte detonación.