Durante el gobierno de Guzmán Blanco, conocido como el septenio, se realizaron una serie de obras en la ciudad de Caracas que cambiaron por completo la apariencia de la ciudad. Muchos acusan al Ilustre Americano de haber querido transformar la ciudad en su visión afrancesada, otros alegan que su obra se centró solo en Caracas. Si bien, hay mucha verdad en esas afirmaciones, también es cierto que la situación del país en la época no permitía más.
Hay que entender primero, que Venezuela no era una nación consolidada. El gobierno federal no hizo más que afianzar la división existente de un país gobernado por caudillos. Cada estado se sentía como una nación, y aquella autonomía, heredada en gran parte a la juridiscción que existió durante la Capitanía General, no ayudaba a crear una identidad única. Caracas era un país, como lo era Coro, Maracaibo o Cumaná. Por ello, Juan Crisotomo Falcón no gobernaba en Caracas, donde no lo querían y Guzmán concentró su obra en Caracas, donde podía.
Tal vez, si se hubiese permitido la creación del plan ferroviario que unificara al país, como se hizo en norteamérica, se hubiese logrado un avance en este aspecto, pero este proyecto no logró consolidarlo ni Guzmán Blanco ni Pérez Jiménez, quienes lo intentaron.
La arquitectura del Septenio
Lo primero que se debe decir sobre las obras realizadas durante el «Septenio», es que estas estuvieron cargadas de la marca del Libertador. Guzmán quiso traer la imagen de Bolívar como símbolo unificador de los venezolanos, y reviviendo el mito del Libertador que hasta hoy sigue existiendo. Dicho esto, estas fueron las obras:
- El panteón nacional
- La plaza Bolívar (antigua plaza mayor)
- El acueducto
- La pavimentación que reemplazo los caminos de tierra.
- El capitolio Federal
- El museo nacional
- La Universidad
- El palacio de las academias.
- La iglesia de Santa Teresa (lleva el nombre de su esposa.
- El teatro Nacional (el Municipal)
- Ferrocarriles, carreteras y puentes.
El órgano de Santa Teresa
Uno de los elementos litúrgicos más destacado de la Basílica de Santa Teresa y Santa Ana, nombrada de esa forma en honor a la esposa de Guzmán Blanco, fue el órgano. Construido por Arístides Cavaillé Coll, uno de los fabricantes de órganos más destacado del siglo XIX. Es UN órgano tubular de 1885, con un motor eléctrico, que destaca por la potencia de sus bajos. Su sonido es capaz de llenar la iglesia completa, que durante el Nazareno es capaz de ser oído y sentido por cuatro mil personas.
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Genial!!!
¡¡Muy bueno!!
¿Por qué nunca se pudo concretar el plan ferroviario?
Los cambios de dirección entre los gobiernos, desde una vista general. Las razones, al detalle, tuvo que ver por diferencias políticas y falta de continuidad de las obras. Pero habría que tratar cada momento histórico para ver el contexto y las razones que movieron a sus protagonistas.
Ya que están aquí en Steemit, deberían hacer un proyecto de relatar todaaaa la historia de Venezuela, con solo hechos y no opiniones claro, de manera que nos eduquemos en ese tópico tan importante.
Vamos a traer todo el contenido que hemos investigado para steemit, y premiaremos a aquellos que usando nuestra etiqueta, aporten con contenido artístico, histórico y literario, referente a Venezuela.
Me parece una excelente iniciativa @hechoscriollos preservando el patrimonio de la nación hoy y siempre.