Cada quien debe colocarse limites, porque nadie quiere estrellarse contra la pared. Claro, es muy fácil decirlo pero difícil en algunos casos llevarlo a la practica.
Es como quien fuma una vez y no le gusta, pero lo sigue probando y le resulta interesante la experiencia, pero en este punto puede controlar su impulso de seguir consumiendo, sin embargo, puede hacerlo o no. Estas acciones no se miden al instante, y si no se hacen, la persona será esclava de sus pasiones.
Es necesario autorregularse, hay que entender por que se hacen las cosas y con que finalidad.
Si se juega poker y se empieza a ganar, indudablemente nos gustará el juego, pero hay que verlo como eso, un juego, y dejarlo ir cuando ya no ocasione nada bueno. Por supuesto, de las perdidas se aprende, pero si constantemente estás perdiendo y perdiendo, no sirve de nada llevar un ritmo de vida alentado al poker.