Vivir para que estuviera tranquilo, no tener calor.
Pero no moriré en un sueño maravilloso...
Por la llave mágica de las puertas de los dos mundos.
En el borde, donde en la naturaleza, en los ríos.
No son capaces de ofender
Espera lado querido.
La vida es a veces algo muy extraño.
Decoraré nuestra noche con nuestras estrellas.
Aquí canto las serenatas de castor a gusto.
Bajo el ruido de las tormentas y los gemidos de las personas.
Aquí crece la escarcha,
Debajo de mí está el mar.
No cambiaremos juntos por nada.
Ella tiene veintitrés años y está esperando una llamada.
Libro viejo.
A qué conducirá todo esto.
¡Y de ahora en adelante esto no volverá a suceder!
Pavimentar la carretera entre arboledas de peonias.
No no, a ver, me dejas preguntarte?