Mi pequeña hija Alisha y mi perrita princesa, admirando juntas el nuevo día.
Ver a mi hija mirando el amanecer con tanta admiración me hace recordar lo hermoso que es el mundo a través de los ojos de un niño. Es como si cada rayo de sol fuera una nueva aventura por descubrir.
Y no puedo olvidar a mi perrita princesa, siempre fiel compañera en cada momento. Verla atras de nosotros, disfrutando del aire fresco y la vista, me hace sentir aún más agradecida por tenerla en mi vida.