¡Hola steemians!
Quisiera abrir para ustedes una nueva sección: un blog sobre mis actividades de taller.
SEMANA 1
Locker
Es extraño.
Me acostumbré a no pertenecer oficialmente, aunque estaba en el espacio constantemente. Los veía a todos, los saludaba a todos. Pero no era mío todavía.
Debo apropiarme.
La mesa. Listo. Donde iba Jeza.
El locker: dos, porque somos pocos. El único espacio mío y secreto.
Mis amigos: Del otro lado. Nos separa un muro fastidioso. No hay aún dentro de mi clase, no hay nadie que conozca sino Daniel —el profe— y José Ángel.
María y Esperanza me saludan con más amor. Esas son las mamás nuestras en el espacio del taller. Tan maternales que cuidan su taller como su casa. Al extraño que entra sin invitación, lo gruñen. Como a mí al principio.
La verdad es que son las señoras de la limpieza pero que conocen a más artistas plásticos que las propias galerías de arte.
Mis amigos del otro lado
Estoy feliz de que tengan su espacio, ahora más grande. Les tomé fotos de recuerdo para su comienzo con Javier Level en Escultura III.
Hay más espacio y más zancudos, @sarahart lo sabe.
Nelson, triste porque su lugar se moja. Se mudará de espacio.
Yojana posando cual foto de artista plástico. Es perfecta para cuando sea famosa y cree su propio catálogo: un cigarrillo en la boca a punto de ser prendido, haciendo alguna actividad cotidiana, sus obras atrás y ella volteando como si no se diera cuenta.
Y Vaca, la gata del taller. Llena de polvo y de hambre. Nos rondea cada vez que nos sentamos a comer. Sus ojos verdes son inevitables.
Un lugar que tiene muchos recuerdos guardados y un sin fin de rostros importantes en el ámbito artístico hace mucho tiempo estuvieron ahí sentados al igual que tu, el huracán viene pero tu ya estás preparada con todo para batearle! Saludos y besos!
¡Te amo!
¡Bienvenida, amiga! El taller te estaba esperando, por fin estás en donde perteneces. Ese huracán no va a ahogarte, estoy segura de que, por el contrario, surfearás en él como toda una profesional. Cuenta conmigo para lo que sea.
P.D: Que vergüenza esa foto mía... Ojalá vengan unas trabajando y no ahogándome en repelente de zancudos, jajajaja.