Cuento I. Sin el vestido verde, desnuda mientras me embriago con Nestea.

in #blog7 years ago (edited)

Recuerdo la primera vez que lo vi -nadie había logrado que con sólo verme, echara un paso hacia atrás-

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Era sábado, compraba vodka con mi mejor amiga en un supermercado de Caracas. Nadie se va con expectativas al supermercado, o mejor dicho: Nadie conoce al hombre que ama, en un supermercado.

Pero él y yo nos conocimos así, lástima que me vio maquillada, vestida de fiesta y destrozada.

Tomó mi número, la semana siguiente ya estaba con él en la playa, y al mes siguiente, despertando a su lado.

Empecé a creer en los Ángeles, empecé a creer que el tiempo es relativo, descubrí lo humana que soy y lo básica que soy como mujer por fallarme a mí misma y fallarle a él.

Entre confusiones, oscuridad, desamor e ilusiones, se formó una bola de nieve que nos terminó congelando.

Mi mundo por ese tiempo fue de él, (es todavía) aunque no lo supiera, o no lo crea. Por un instante vi mi vida a su lado y a mis miedos los empecé a ver de reojo, decidí tomar su mano y dejarme llevar. Me revivió con la misma fuerza con la que ahora me destruye. Aunque sé vivir sin él, preferiría no hacerlo.

Supongo que perdonar no es para todo el mundo. Supongo que aunque a mí se me haga fácil, no es fácil. Supongo que aunque amo empezar de cero, no a cualquiera le agrade. Supongo que decirle que estoy arrepentida, le sabrá a mierda.

En mis ojos no hubo más que un amor sincero, aunque cobarde e inmaduro, pero amor al fin.

La última vez que hablamos me dijo que no hiciera ninguna estupidez, y lo primero que hice al levantarme fue llorar mientras me embriagaba con nestea y chocolate y aunque tenga mucho más por decir de lo que siento por él, opto por fulminar mi cuerpo con azucares.

La primera vez que me vio estaba maquillada y con vestido de fiesta.
Hoy estoy con la cara lavada, en pijama y despeinada, como realmente soy... queriendo encontrarlo otra vez.