Tienes razón en ambos aforismos. La lealtad es una virtud muy valorada pero si es dirigida a una persona que no la merece debido a sus actos significa que eres una persona bastante tonta, interesada, ciega o que simplemente no quieres ver. En cuanto al segundo, si no diriges bien los pensamientos es muy fácil divagar o irse por las ramas. Lo mismo ocurre con los auriculares: si los dejas en cualquier sitio de mala manera acabarán hechos un nudo que dará mucha lata deshacer.