De acuerdo a Enrique Planchart, el inicio de la pintura en Venezuela tuvo dos momentos que marcaron su evolución. Uno por el regreso a Caracas del pintor Matín Tovar y Tovar en el año de 1855; quien venía de haber cursado estudios en la Academia de San Fernando -España- y después de haber tenido la experiencia de ver de cerca en Francia las nuevas tendencias al lado del pintor León Gogniet.
El otro momento de la pintura venezolana es el protagonizado por el Círculo de Bellas Artes a partir del año 1912. Dicho movimiento fue creado por un grupo de pintores, entre ellos Antonio Edmundo Monsanto, así como de escritores en busqueda de nuevas formas de expresión mediante la plástica y la literatura.
En aquella primera etapa de la que hacemos referencia, la pintura se caracterizó por obras de grandes lienzos de temas literarios, historicos y trágicos. Entre ello, podemos señalar el triptico de Tito Salas pintado en Europa y traído a Venezuela en al año de 1911 para commemorar el centenario de la Independencia.
Por su lado, en la etapa del Círculo de Bellas Artes, creado por un grupo de jóvenes en busqueda de renovación pero respetuosos de las normas del arte clásico. Tuvieron como propósito la realización de una obra de arte con esquemas modernos, como la pintura Iglesia del Carmen (1920) del Pintor Antonio Edmundo Monsanto. De igual manera dicho movimiento se preocupó por el desarrollo de la crítica del arte, hasta entonces, de poca importancia en la Venezuela de aquel momento.
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