Bueno, es posible que la encantadora historia de Ophelia nos ofrezca, después de todo, una rica visión de la ley de la energía, donde nada se crea ni se destruye, puesto que tan sólo se transforma. Al topo hay que decirle que no sea avaricioso y deje un poco de arcoiris para los demás, que al fin y al cabo, todos tenemos derecho a paladear el Mana del cosmos. Gracias por tan buen aperitivo antes de comer.
Tranquilo querido @juancar347, que si el arcoíris es devorado por el topo, aún tenemos estrellas fugaces, luna, agujeros negros y rocas estelares para compartir.
Y, gracias a ti por tu visita, por las energías radiantes, yo creo que eres un trozo de arcoíris que se precipito del cielo, porque te veo lleno de colores... si eso es así, el topo con su buen olfato llegará a ti... ¿ahora qué? :O
Un fuerte abrazo que las vocales te canten en Do mayor :), Do-Do-Dooo.