Hola amigos! Hoy he decidido unirme a esta comunidad virtual, el mundo evoluciona de manera veloz, y nosotros tenemos que buscar la manera de mantenernos montados en la tabla y surfear junto con las grandes olas de las tecnologías de la información y la comunicación.
Les hablaré de lo diverso que puede ser mi mundo, estoy seguro que encontrarán mucha diversidad en él.
Cuando era niño, mi papá me llevó al odontólogo, y no me pregunten como, pero terminé convertido en scout, lo que en muchas partes del mundo llaman Boy Scout (antes de que lo pregunten, no, no vendemos galletas jajajajaja, bueno… a veces sí).
Esa fue una etapa de mi vida muy interesante, porque pude adoptar valores como lealtad y abnegación, también los principios de Dios, Patria y Hogar. En el movimiento scout viví muchas cosas, conocí mi país Venezuela en un constante peregrinaje, hice grandes amigos, con los cuales hasta el día hoy mantengo contacto, conocí grandes amores que marcaron mi vida, hice canotaje, rapell, comí alimentos hechos en fogata, me bañé bajo la lluvia, aprendí a amar a la naturaleza y vivir en armonía con ella.
Por cosas de la vida, siempre nos topamos con un bravucón, eso me motivó a entrar en Karate-Do, necesitaba aprender a defenderme, y fue el arte marcial que elegí.
El Karate-Do se convirtió en un estilo de vida, en el cual la cortesía, el equilibrio mental y físico, la concentración y la práctica se convirtieron en mi nueva senda, allí descubrí que cuando vas a competir, no importa que seas un cinturón negro, siempre vas a tener nervios antes de entrar a batallar por un lugar en el podio.
En un entrenamiento me disloqué un hombro, pero eso me enseñó a levantarme después de cada caída, sin importar que tan fuerte sea, insistir, persistir, resistir y nunca desistir.
Como no se puede ser un buen karateca y mal estudiante, debía continuar mi formación académica, fue entonces como inicié mis pasos en las Ciencias Políticas (se preguntarán ¿y eso se estudia? Pues si señores, si se estudia jajajaja).
Con el tiempo, busqué equilibrar ese mundo científico, empírico, y de mucha lógica con el mundo espiritual, algo así como el avatar Aang jajajaja, y me aventuré en el mundo del tarot, es algo muy divertido, además las cartas son muy bonitas, y de una u otra manera, ese contacto con la naturaleza y la constante meditación marcial, se lograron unir por medio de un collage de colores.
Ahora, que ya te he mostrado el mapa de mí mente, te invitaré a que sigas la ruta de la aventura, y podamos interactuar a través de esta “nueva normalidad” que reina en el mundo, mis múltiples personalidades y yo te esperamos!