El día que domé un escarabajo.

Hace mucho, mucho tiempo, en el 2011, tuve una pequeña anécdota que les quiero contar.

Yo era estudiante de la facultad de agronomía, tenía el pelo largo, me la daba de metalero, creo que mi banda favorita en ese momento era Stratovarius 🤘. Son cosas muy locas de recordar porque no me deja de dudas que lo único constante en el universo es el cambio.

Estaba con mis amigos de la facultad en esas eternas horas que había entre una clase y otra. Y, caminando desde de el cafetín de agronomía hasta el departamento de edafología, lo vi.

Era un bicho precioso -eso la foto la demuestra- y realmente me dio miedo que alguien lo pisara porque la gente caminaba a su lado sin verlo.

Me cuesta mucho entender cómo los animales pueden pasar desapercibidos ante los ojos de muchos.

El escarabajo levantó sus alas anteriores y, con sus alas posteriores, alzó su torpe vuelo muy cerca de mí.

No sé cómo ni por qué, pero mi impulsto inmediato fue dar un salto muy gracioso en el que estiré los brazos para atraparlo, ¡y lo atrapé!

Luego lo llevé a un lugar de vegetación, donde no pasara gente para que no lo pisaran.

Esta hermosa foto la tomó mi buen amigo Diego Cortez y desde entonces la tengo para recordar tan linda experiencia.

Observen su color tornasol, sus preciosas antenas lameladas y sus uñas bífidas, ¡jaja!

Mi facultad quedaba muy cerca del pie de monte del Parque Nacional Henri Pittier, en Maracay, Venezuela, y la variedad de insectos que podía verse en la zona era impresionante.

Hay que tener en cuenta que los insectos son el grupo más numeroso y más diverso del reino animal y además cumplen funciones ecológicas importantísimas. Muchos son polinizadores, descomponedores, depredadores o son intermediarios en ciclos de vida de otras especies.

Dentro de los insectos, los escarabajos son el grupo más diverso y, para mí, es el más hermoso. Me encanta su robustez, sus alas acorazadas, su torpeza al volar y además es el grupo con más variedad de antenas posibles.

De hecho, hace un par de años, con un amigo que empezaba a tatuar, me hice este escarabajo diseñado por él.

Ya necesita un retoque, ja ja, pero no importa, el hecho es que me recuerda a mi época en la facultad de agronomía, un lugar donde aprendí muchísimo de fauna, de ecología y en donde crecí muchísimo como persona e hice de las amistades más hermosas de mi vida.

Recuerden, cuando vean un escarabajo no lo pisen. De hecho, no maten a la fauna en general. Todos los seres vivos tienen un valor ecológico y parte de nuestro rol como sociedad debe ser aprender a convivir con otras especies de la forma más horizontal posible.

Bueno, esto era todo. Quería compartir esta anécdota con ustedes e inyectarle un poquitín de conciencia ambiental.

Como siempre, un abrazo grande.

...Ya estoy pensando y construyendo más contenido para compartir acá. 🤗