Hola amigos!
Quiero compartir con ustedes una de mis historias de rescate, la que más me ha conmovido. Unos cachorritos que conseguimos en una alcantarilla de aguas negras, a los que llamaba "mis niños gordos".
Una mañana muy temprano, mi esposo me dijo para ir a ver a una perrita recién parida que había encontrado en su ruta de caminata de las mañanas, que además había comenzado a alimentar. Cuando llegamos al sitio vimos a la perrita con solo a un cachorro.
Mi esposo que ya la había visto, sabía que eran tres, por lo que comenzamos a buscarlos y nada que los conseguíamos, hasta que al ratito escuchamos unos chillidos casi desvanecidos que provenían de una alcantarilla de aguas negras que estaba tapada con ramas y basura, justo al lado de donde se encontraba la madre echada con el cachorro restante.
Entramos en desespero porque no sabíamos cómo sacarlos ya que era tan profunda que nuestras vistas no alcanzaba a verlos. Lo que hicimos enseguida fue encender nuestro carro e irnos hasta la sede de los bomberos para pedir ayuda. Cuando regresamos al sitio, los bomberos encontraron una boca de la tanquilla muy angosta y por allí bajaron la escalera; uno de los bomberos, el mas delgado pudo bajar y rescatar a las dos que resultaron ser hembras con aproximadamente un mes. Una de ellas mas pequeña y delgada que la otra, con una de sus patitas muy hinchada a punto de reventar por la gran infección que tenía.
("Niña Chiquita" con su patita ya enyesada)
Por su aspecto, ella llevaba mas días en la alcantarilla. Las envolví en una toalla e inmediatamente las llevé al veterinario, les di un buen baño y me quedé con ellas. Al día siguiente, personas que alimentaban a la madre, me avisaron que el tercer cachorro, el machito y mas grandecito, también había caído en la alcantarilla y hubo que acudir nuevamente a los bomberos y luego de recatado fui a buscarlo para que vivieran los tres juntitos nuevamente.
A los meses fueron dados en adopción, dos de ellos (los mas grandes) quedaron con el bombero que los salvó y la mas pequeña (niña chiquita), con la cual me mantuve más encariñada debido a la condición de su pata, se fue con una familia muy amorosa. La madre fue esterilizada y también consiguió un hogar.
Como es notorio, la perrita quedó con sensibilidad en su pata. Afortunadamente, sus actuales dueños han sido tan dedicados con ella que la pasean con un zapato.
Espero les haya gustado y sirva de motivación para algunos. Saludos!