Esta es una traducción y resumen de este artículo: https://blackrosefed.org/retreat-advance-dual-power/
A los reformistas se les suele acusar de sacrificar los objetivos a largo plazo por asuntos urgentes de corto plazo. A los revolucionarios, por otro lado, se les reclama que sacrifican asuntos inmediatos por una visión del mañana. Construir una estrategia revolucionaria implica pensar cómo se conectan el corto plazo con el mediano y el largo plazo ya que lo que hacemos hoy influencia lo que haremos mañana.
Preguntas sobre la estrategia
Las promesas abstractas de una revolución emancipadora son simplemente insuficientes. No culpo a las personas que consideran una revolución anarquista como algo imposible. Las estructuras de dominación social están presentes en nuestra experiencia y es la forma de hacer las cosas de facto y parece estar fuera de nuestras manos. Enfrentar la dominación requiere cambios fundamentales en la forma de organizar nuestras instituciones sociales, políticas y económicas. Queda la duda de cómo se harán las cosas que necesitamos si no hay autoridades y la respuesta es la autogestión.
La experiencia de la autogestión
Para muchos la idea de la autogestión es agradable pero no factible ya que estamos acostumbrados a la dominación y autoridad como la única forma de organizar el trabajo. En (Collom 2003:88) se reporta un estudio que observó las actitudes hacia la democracia en el lugar de trabajo y el mejor predictor para una actitud de apoyo fue experiencia previa en democracia en el lugar de trabajo. Tener esa experiencia crea la posibilidad de construir democracia en el lugar de trabajo.
Los anarco-comunistas revolucionarios en particular necesitan ofrecer más que sueños y críticas del statu quo. Estas son habilidades críticas y creativas necesarias pero no es suficiente. El reto es construir alternativas prácticas materiales.
Infraestructura revolucionaria
El poder dual es un elemento esencial para superar las política insurrectiva hacia una política revolucionaria. Además de demostrar que la autogestión funciona, construir organizaciones de poder dual es valioso porque es el comienzo del desarrollo de una infraestructura para sostener la revolución, para crear una capacidad activa de autogestión. Como sugiere Malatesta:
"... el origen y la justificación de la autoridad es la desorganización social. Cuando una comunidad tiene necesidades y sus miembros no saben cómo organizarse espontáneamente para suplirlas, alguien aparece, una autoridad que satisfaga esas necesidades organizacionales utilizando los servicios de todos y dirigiéndolos a su antojo ... la organización, lejos de crear autoridad, es la única cura para esta y el único medio con que cada uno de nosotros nos acostumbraremos a tomar parte conciente y activa en el trabajo colectivo, y dejar así de ser instrumentos pasivos en las manos de los líderes."
(Errico Malatesta 1965: 86)
Las sociedades industriales requieren una gran coordinación. En todas las insurrecciones se ha observado caos y dificultades para resolver problemas de coordinación durante la fase inicial. En cada caso se han recreado estructuras del "Viejo Régimen" por imperfectas y opuesas a los movimientos que esas estructuras fueran.
Un tema recurente durante las crisis revolucionarias ha sido las cadenas de suministros de materias primas y mercancías de uso común. Llevar comida del campo a las ciudades fue un problema para las revoluciones rusas y francesas. En 1921 los bolcheviques reintrodujeron reformas capitalistas a la par de su estado autoritario, similar a las estructuras de los Zares (Pollack, 1959). Las reformas agrarias en la era Maoísta fueron comparables con las formas imperiales de China (Rapp, 2001). En la revolución española se intentó abolir el dinero pero se terminó creando monedas locales.
No es suficiente crear una contradicción negativa, es decir una ruptura revolucionaria a través de la oposición. Es necesario pero no suficiente. Es necesario ir desde una estrategia insurrectiva, enfocada en crear contradicción negativa, hacia una estrategia revolucionaria, que es la creación de una contradicción positiva. En tiempos de crisis hay más reacción que revolución, por lo que se vuelve a formas tradicionales. Aunque esas formas sean problemáticas por lo menos coordinan la vida social del día a día.
La coyuntura
Estos principios tienen sentido cuando se les aplica en contextos históricos. En esta coyuntura, vivimos en un período de neoliberalismo que ha traído formas agresivas de capitalismo. Muchas condiciones son similares tales como el abuso del trabajo informal, temporal e inestable, la marginalización de grupos en la economía, libertades básicas de sindicalización.
En los últimos años el estado y la clase capitalista han actuado en coordinación. Los compromisos de clase hechos luego de la segunda guerra mundial (los programas de asistencia, welfare, servicios públicos) se han ido recortando y privatizando. Los empleos de cuidado en salud, educación y otros servicios públicos han entrado en contradicción con los incentivos capitalistas de maximizar la rentabilidad. Esta carga de trabajo y de tal contradicción cae principalmente sobre mujeres que trabajan en esos sectores. Esto ha creado tensiones anticapitalistas en el primer mundo.
Por otro lado, la coyuntura en países empobrecidos y explotados es paupérrima. Con estados y servicios públicos con pocos recursos y una administración pública y privada sujeta al crimen organizado fusionado con redes de corrupción en los gobiernos y con los grandes capitalistas de cada región, a los ciudadanos sólo les queda sobrevivir. Abundan las contradicciones anticapitalistas, las actitudes reaccionarias conservadoras y también las progresistas y hasta insurrecionistas. Todo esto mientras los países con economías y servicios públicos funcionales rechazan a los refugiados provenientes de esos países en crisis humanitaria debido al neoliberalismo, el crimen organizado y el autoritarismo.
Posibilidades y fallos para el poder dual
El retroceso del estado en el sector público abre espacios para la creación de poder dual, la organización de un sector autónomo y público basado en la comunidad y la autogestión; un sector público anti-estatal.
No se puede subestimar el efecto revolucionario de organizar estos servicios comunitatios autogestionados. En estados unidos las Black Panthers son un ejemplo de esto, aunque hayan sido destruidos por la represión estatal y las condiciones de vida en los guetos. Está también el ejemplo del movimiento anarquista en España en los años 30.
Avanzando en donde el estado se ha retirado, comenzando a crear un sector público antiestatal, comunitario, autogestioando, los anarquistas pueden comenzar un movimiento amplio con capacidad para construir una sociedad autogestionada por completo.
Desafortunadamente para crear poder dual, los anarquistas suelen concentrarse en la creación de cooperativas que crean un cierto "sindicalismo de mercado". Partir desde el sector público, en cambio, dejaría obsoleto tanto al estado como al mercado.
Esta es la estrategia general para crear poder dual en el sector público, para construir infraestructura social autogestionada, autónoma, comunitaria - escuelas, clínicas, apoyo mutuo, incluso hospitales, algún día - para crear un proceso revolucionario de organización sin jerarquías o dominación. Donde el estado ha retrocedido, nosotros debemos avanzar y comenzar a organizar para llenar esas brechas de una manera emancipadora, para construir la capacidad revolucionaria y el potencial para terminar las formas de dominación y jerarquía.
Como nota final, como anarquistas, es nuestro deber apoyar a todos los trabajadores. Es necesario en particular apoyar y organizarnos con los trabajadores en estos sectores públicos. Introducir crítica radical y acciones directas donde sea apropiado así como crear lazos con esos trabajadores y comenzar a discutir y organizas ese poder dual. Es crucial reconocer que muchos de nosotros no tenemos las habilidades o los conocimientos para construir esas organizaciones desde cero. Por eso debemos, en solidaridad, comenzar a organizar junto a ellos y ellas y sus sindicatos.
Referencias
Malatesta, Errico. 1965. Malatesta: Life and Ideas. Freedom Press: London, UK.
Pollack, Emanuel. 1959. The Kronstadt Rebellion. Philosophical Library Inc: New York, NY.
Rapp, John A. 2001. “Maoism and Anarchism: Mao Zedong’s Response to the Anarchist Critique of Marxism.” Anarchist Studies 9 (1): 3- 28.