Hace muchos años, alguien me dijo muy sabiamente, que si algún día me conseguía un novio, o me casaba, no abandonara mis amigos, porque en los momentos de derrota, son los verdaderos amigos quienes acuden en tu auxilio.
Yo procuré siempre hacer caso a esas sabias palabras, y tuve la inmensa fortuna de comprobar la certeza de las mismas, pues cuando he tenido momentos realmente difíciles, han tendido sus manos para mí.
Quien encuentra un amigo, encuentra un tesoro, si eso realmente es así, me declaro millonaria, pues tengo amigas y amigos fabulosos. Algunos se me fueron sin despedirse, pero sé que desde el cielo me ven. Otros me siguen escuchando y atendiendo cuando los necesito, pero la presencia de cada uno de ellos es verdaderamente importante en mi vida.
Es una satisfacción enorme saber que a pesar de mi edad, aún mis amigas de primaria me escriben y me recuerdan con tanto cariño, a muchas ya las veo casadas, convertidas en madres, profesionales, siendo personas maravillosas, tanto como las imaginaba de niña. Es muy hermoso regocijarse en los bellos recuerdos de la niñez, pues es la época en que la amistad en verdad se consolida con bases fuertes, los niños son amplios conocedores de la lealtad y el perdón.
Luego vienen los amigos(as) de adolescencia, esos que aprenden a amarte, aunque no te dejen ir al cine, aunque nunca tengas plata, aunque tengas las hormonas tan locas como las suyas, esos que te alentaron ante el primer amor, y te soportaron una y otra vez los llantos del corazón roto.
Que hermoso poder ver pasar los años sabiendo que cuentas con la presencia de esos seres maravillosos que te alumbran el camino de la vida, que genial tener el corazón abierto para poder admitir nuevos amigos, que bonito sería hacer como Roberto Carlos que dijo que quería tener un millón de amigos, y así más fuerte poder cantar. El mundo necesita del canto de los verdaderos amigos, de esos que no te envidian, pero te admiran, de los que lloran de emoción cuando te gradúas o cuando te ven casarte, de esos que te dan un rollito de pan cuando estás en la mala, que aunque odien los hospitales, hacen el esfuerzo sobrehumano para entrar y abrazarte cuando lo necesitas.
El mundo necesita amigos de los que te regañan sin temor a molestarte, porque saben que te aconsejan por tu bien y que aplican con toda sabiduría esa hermosa regla de corregir al que se equivoca, pues solamente a quien en verdad le importas, sabrá hacerte entender que estás equivocado.
Hay amigos que se te pierden, pero sabes que repentinamente aparecerán, algunos que te buscan donde sea que te encuentres, otros que quizás están contigo más de lo normal, hasta convertirse en un miembro más de tu familia.
Los verdaderos amigos, se escuchan, se divierten, se perdonan, se vuelven niños junto a tí si lo desean, y te dan amor… de ese que trasciende los años.
huh? Me dont know espanol.
Q BELLO ARTICULO....