Mirando desde el aeropuerto.

Una profesora de mi universidad, siempre me decía que muchas veces, sentándose silenciosamente en un rincón y observando todo lo que está alrededor, se puede encontrar mucho material para hacer una crónica periodística. Vengo a menudo al Aeropuerto Internacional Camilo Daza en la ciudad de Cúcuta y cada vez que vengo, observo muchas cosas.
Obviamente, el común denominador de todo aeropuerto, son los besos, abrazos y lágrimas. La gente que llega, los familiares que esperan con ansias, globos y golosinas, pero también están los que se despiden.IMG_20170615_102551.jpg

Miro detenidamente esos cuadros, y es inevitable imaginar lo que sienten, el motivo que los mueve a tomar un avión,los sueños que se llevan y los muchos a los cuales renuncian.
Yo, usualmente como ya lo dije antes, me ubico en determinado rincón de mi preferencia, miro, escucho y callo, pero mientras tanto al igual que los aviones mi imaginación vuela.
Comienzo a notar muchas cosas en particular, una de ellas que llama poderosamente la atención, es que muchos de esos viajeros son venezolanos, que vienen mayormente del centro u oriente del país(se nota por sus acentos)empleando a Cúcuta como ciudad escala para llegar a sus destinos.
Son muchas las historias que se ven aquí al respecto,una noche oí a una señora decir que estaba en el aeropuerto desde las dos de la tarde, sólo bebiendo agua, pues no tenía un peso para comprarse algo,ni mucho menos para dar un paseo y conocer la ciudad, ya que su vuelo saldría a las once de la noche. Madres que se van, dejando a sus hijos, para irse a otro país a buscar un mejor destino, a ver si al final logran rescatar a sus hijtos de lo que yo llamo las garras del hambre.
Cuando me pongo a verles, me doy cuenta, que después de tantas luchas y sufrimientos, los venezolanos nos las arreglamos para hacer que nuestras esperanzas y recuerdos quepan en tan sólo dos maletas, pues no podemos pagar exceso de equipaje.
A veces, les veo abrir sus mochilas, y es enternecedor ver lo que guardan en ellas. Una de tantas veces vi a un muchacho sacando con mucho cuidado una gran bolsa de cheese tris que le había regalado su nonita para que degustara por el camino, más el muchacho no se iba a la vuelta de la esquina,ese día viajaría a Bogotá, y de allí partiría a México. Algunos llevan en su maleta cual tesoros, una lata de diablitos, un frasco de cheese whiz, de pronto un paquete de pingüinitos, pero lo que todos llevan en común son sus miedos y sus esperanzas.
Desde que estoy viviendo en Cúcuta, ya he visto a varios de mis amigos partir, a algunos he venido a despedirles al aeropuerto, e incluso les he dado posada en mi humilde morada que les ha servido como puerto para hacer transbordo, a otros les he ayudado quizás a armar su equipaje, y a falta de dinero, les lleno de buenas energías, pues aunque es difícil salir de Venezuela, creo que aún más difícil es vivir en ella.
Muchos de los que se van, no saben si van a volver, gracias a toda la situación social y política, veo cómo se separan las familias a cambio de un futuro mejor. Hace poco una muchacha lloraba contando que su hijito de tres años soñaba con una panqueca, y ella no podía hacérsela por no encontrar harina de trigo. Su hijo en su inocencia, le dejaba notas de voz, preguntándole si se iba a demorar mucho en llegar a casa.¡Que duro debe ser esperar a la mamá cuando aún no se tiene noción del tiempo! Sin embargo aquí se sigue viendo que la voluntad y el amor de una madre no tiene límites.
Muchas parejas se despiden antes de embarcar, no se sabe si volverán a encontrarse, no se sabe si esa separación temporal les hará bien, o les hará mal en su relación,lo que si se sabe es que al momento de abordar, el corazón se divide, y queda un poco en Venezuela, y otro poco en el lugar donde ha de llegar.
No es cosa fácil hacer maletas e irse, pero cuando se tiene la fe que todo será posible, pues entonces se hace lo necesario.Ojalá en un futuro no muy lejano, los aeropuertos se llenen de gente que regresa.IMG_20170615_101635.jpg

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Q ESPECTACULAR... comparto la misma opinion....