Esta mañana, al rededor de la 7 a.m., aprovechando el cielo nublado me levanté decidido a corre al menos 10 kilómetros. Una tarea nada fácil para mi tomando en cuenta que desde hace varios meses no había corrido más de 6 kilómetros en un entrenamiento. Teniendo en mente la frase de que “lo más dificil de correr es ponerse los zapatos” (o algo así), me até las trenzas y salí a la calle.
!
Correr no solo me suma en salud , si no que además me ayuda a aclarar la mente y la sensación de libertad que se percibe en esos minutos es invaluable.
Además, es una actividad que me recuaerda apreciar las pequeñas cosas de la vida y los regalos de la naturaleza que nos rodea, que en mi caso es poder correr cerca de la playa en las primeras horas del día.
Logré completar unos 11,2 Km a un ritmo bastante más lento que en mis mejores momentos y ni hablar al compararme con mis amigos en los días de entrenamiento.Espero insuflarme de ánimo y fuerza de voluntad para continuar entrenando y mejorar tiempos y distancias.
Avanzado el día, al caer la tarde, salí a una caminata recreativa de al rededor 3 Km. Un momento más para llenarse de energía positiva y optimismo para encarar las dificultades y lograr los objetivos.
Hasta la próxima entrega.